Otra Perspectiva

¿Cuántas caras tiene la vida? ¿Una? ¿Dos? ¿Veinte? ¡Infinitas! Así como opiniones, problemas y soluciones. Moldearnos con los vaivenes de la vida como buen surfista, que juega con los movimientos de las olas mientras se refresca con su espuma, a la vez que se permite acariciar las entrañas de la misma con la mano que deja detrás. Tiene dos opciones: estar pendiente de mantener el equilibrio, intentar adoptar una buena postura, conservar la técnica y permanecer tan tenso hasta que cae; o simplemente, intentarlo con todo lo aprendido anteriormente, celebrar lo que ha conseguido y pensar que la siguiente será mejor; pero mientras tanto, disfrutando❤.

Y no se trata de una estrategia para justificarse o conformarse. Se trata de fluir, de ser consciente de que la práctica lleva al perfeccionamiento, que el verdadero disfrute de las pasiones aporta el auténtico elixir que necesitamos para continuar y que si no disfrutamos de esa ola, nos pille como nos pille, ésa ya no la disfrutaremos más. Afortunadamente vendrán otras, ¿pero porqué malgastar una ola simplemente porque las circunstancias no son perfectas al 100%?

Paseando por la costa de la vida, son muchas las situaciones maravillosas para algunos y desfavorables para otros. Como cuando la marea sube y una ola decide llenar de agua el hoyo que previamente unos niños han  cavado para simular una piscina o empapar las pertenencias de una pareja que tranquilamente toma el sol a escasos metros, interrumpiendo así su calma. Olas que hacen felices y olas que enfurecen.

¡Uy! A todo esto y mientras caminaba descalza a la vez que me perdía en mis habladurías mentales, se me ha enredado una flor en el pie. Menudo tortazo que me he dado; pero viéndolo desde otra perspectiva, hay que ver qué foto tan bonita me ha quedado😊.

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